
I
Parece que es la hora, y no es la hora.
Parece que está todo... y algo falta.
Parece que la alcanzo y es más alta.
Parece que se acerca, y se evapora.
Parece que amanece, y es la aurora.
Parece que es su voz, me sobresalta,
y siento que algo huye, algo salta
como una luz esquiva y brincadora.
Pero sigo esperando, que a mi modo,
en ese hueco de esperarla, todo
me sabe a la alegría del reencuentro.
Si en mi pulso ya late su latido,
¿qué será cuando, al ver que ya ha venido,
la semana de Dios me suene dentro?
II
Parece que ya estamos y no estamos.
Parece que es el día y no es el día.
Parece que traía y nos traía
un domingo de palmas y de ramos
y todavía el día no alcanzamos,
aunque nos parecía que venía,
aunque al mirar al lejos parecía...
Y por esa esperanza la esperamos.
Parece que la tengo, y no la tengo,
parece que en la mano la sostengo
pero en la mano yo no la dispongo.
¿Qué será cuando al fin se manifieste
estrenando una túnica celeste
y vista de celestes el domingo?
III
Parecía que nunca volvería.
Parecía que ya no se acordaba.
Parecía que el tiempo la alejaba
y que en el tiempo mismo se perdía.
Parecía que no nos conocía.
Parecía que ya nos olvidaba.
Parecía que poco le importaba
volver al mismo nido... Parecía.
Pero mirad al sol haciendo guiños
en los ojos sagrados de los niños,
donde se purifica la mañana...
Esperad, mis impacientes paisanos:
para tocar el cielo con las manos
nos falta solamente una semana.
***
Prefiero su cercanía,
siempre distinta y tan suya,
con el callado aleluya
que lleva cruzando el día.
Y va por donde solía,
tan yente como viniente,
y nota que de repente
el tiempo se le eterniza
en una cruz de ceniza
en el centro de la frente.
Miradla, diosa dormida
navegando por su sueño,
despreocupado, sin dueño,
pero con rumbo a la vida.
Miradla. Parece ida,
y se está haciendo adjetivo
siempre renovado y vivo
por el que la idolatramos.
Eterno estreno por Ramos
llevará por el olivo.
Texto: Antonio García Barbeito.- El tiempo de la luz.
Pregón de la Semana Santa de Sevilla 2010
Fotografía: tejedora