14 de diciembre de 2008

Ausencias




Desde hace algunos años, por éstas fechas, tengo bajones continuos de ánimo. Siempre sucede de la misma manera: pasando el día de la Inmaculada, las navidades llegan corriendo. No me suelen gustar, salvo por el sentido religioso que representan para mí.

Todo esto es debido a que noto demasiado la ausencia de mis abuelos. Gracias a Dios tengo a mis padres, ojala disfrute de ellos muchos años más, pero mis abuelos significaron y significan mucho para mí por varios motivos. Me crié más con los maternos –sin olvidar el tiempo que pasé con los paternos- y las navidades eran entrañables en su casa, pues nos reuníamos, aparte de mis padres y hermanos, mis tíos y primos. Recuerdo el jolgorio que armábamos todos, los regalos, la preparación de la cena, etc. Tras fallecer, paso la Nochebuena y Nochevieja con mi familia.
También, el día de Navidad, falleció mi abuelo paterno y aunque por aquel entonces tuviese pocos años de edad, guardo algún que otro recuerdo de él. A partir de entonces no he visto a mi padre sonreír en navidades, aunque mi madre le dijese que lo hiciese sobre todo por sus hijos. Con el transcurrir de los años he ido comprendiendo a mi padre; no tenía por qué sacar una sonrisa forzosa con lo que le había pasado a su padre.

Hace escasos días preparé con mi madre los pestiños para las próximas fechas. Durante la elaboración de los mismos, ella comentaba que a sus padres tampoco les gustaban las navidades debido, también, a ausencias pero cuando tuvieron nietos recuperaron otra vez las ganas. Antes de que mi madre dijera esto sabía que, en un futuro, la llegada de un nieto a casa sería gratificante para que nos volviese a gustar la Navidad.
Ayer estuve ayudando durante toda la tarde en la preparación del belén, como todos los años; faltaba el Niño Dios, que lo pondremos cuando nazca y se me ha escapado alguna que otra lágrima.

Tengo pensado que, aparte de los quehaceres diarios, al obsequiarme dos personas en una semana y algo con dos libros intentaré leerlos, aparte de alquilar alguna que otra película para tener la mente pensando en otras cosas y no llorar.

27 comentarios:

Esther dijo...

Te entiendo a mi tambien me faltan mis abuelos, y la verdad es qeu cuando los abuelos mueren las familias se dispersan es decir nuestros padres y sus hermanos..En mi caso aun nos seguimos reuniendo con mi tia por parte de madre,algo es algo...

De todas formas intenta no ponerte triste y pasarlas lo mejor posible junto a los familiares que tienes al lado,eso es lo que intento yo tambien.. besitos

Paula dijo...

La navidad es mágica cuando somos niños ¿verdad? los hermosos recuerdos, los que nos hacen sonreír, se corresponden con aquella edad. Poco más tiempo dura, salvo un corto periodo que relacionas con situaciones concretas y las horas largas buscando el regalo perfecto para cada uno.
Luego el tiempo, inexorable, se empeña en demostrarnos que poco a poco la vida deja de darnos cosas para empezar a sacárnoslas, y ahí es donde la magia de la Navidad empieza a disminuir. Yo también perdí a mi abuelo a principios de este año. Estas serán las primeras campanadas que no recibiremos juntos al año nuevo. Van a ser muy duras, lo sé, y me aterroriza que llegue esa noche.
Pero como tú dices, los niños serán los encargados de llevar todo el peso esas noches. Ellos tienen la llave del retorno de la magia.
A tí, también te llegará.
Un besiño.

Lunaria dijo...

Te comprendo a la perfección porque en mi casa ocurrió lo mismo. La ausencia de mis abuelos, se nota y mucho. No me queda ninguno y aunque murieron hace mucho, en estas fechas el vacío que dejaron es aún más patente. Desde que se fueron, no hay fiesta en casa.
Paso las fiestas con mi familia, cenamos y lo pasamos bien, pero nada que ver a como las recuerdo cuando tenía menos años.
Yo intento también estar ocupada. Un libro recién comenzado, un cuadro a punto de cruz, uno a óleo y el gimnasio hace que no pare. Es mi objetivo, estar entretenida mientras pasan estas fechas.
Besos.

Didac Udagoien dijo...

yo, cada vez,
la siento mas falsa
y desenfrenada,
tampoco me gusta...

Lourdes dijo...

Es verdad, Tejedora. Estas fechas siempre son para recordar a las ausencias.
Yo tb pasaba las navidades en casa de mis abuelos, en Cazorla, con mis padres, mi hermano, mis tíos y mis primos. Pero desde que no están, las pasamos aquí en Granada sólo nosotros cuatro.

Ánimo, que a parte de todo lo fastidioso que tiene la navidad, tb tiene cosas buenas... Los regalos, ¿no?

Besos, guapa.

Anónimo dijo...

No te dejes hundir por las ausencias. Lo mejor de ellos los llevamos dentro de nosotros y te deseo que seas capaz de captar lo mejor de estos días,muchas veces oculta en otras muchas cosas.Un beso.

RAMPY dijo...

A mí también me pasa igual. Será por eso lo poco que me gustan estas fechas.
Un beso
Rampi

Catman dijo...

te entiendo perfectamente y comparto tu malestar con estas fechas, los motivos parecidos, tengo que encontrar algo que me ahorre pensar, tal vez algun libro, como tu dices
un beso

tejedora dijo...

Esther: Sí, son diferentes cuando no tenemos a los que nos faltan.
La tristeza está ahí desde que fallecieron, aunque tenga al lado a mis padres y hermanos. Dudo que estas navidades se diferencien demasiado.

Besitos.

Ayla: Entiendo lo que comentas en que te aterre llegue la Nochevieja.
Como escribí y bien comentas, serán diferentes cuando tenga un hijo o sobrino. Con lo que me gustan los niños.

Un beso.

Lunaria: Mis abuelos también fallecieron hace algunos años.
Intento que el estar ocupada me aleje del pensamiento de sus ausencias, aunque ocurre por breves minutos. A ver qué pasa este año…
Tenemos aficiones similares.

Besos.

Didac: Bienvenido a ésta casa.
¿Lo dices por el consumismo o hay más cosas?

Besos.

Lourdes: Intentaré animarme.
En cuanto a los regalos, me es difícil aceptarlos –últimamente recibí los dos libros, aunque no quería cogerlos-; soy más de regalar. No suele caerme nada por los Reyes Magos, pero es porque yo lo deseo. Sin embargo siempre les pido salud y trabajo… y también amor.

Besos.

Aires: Reconozco que me hunden a veces demasiado. Lo que capto en esos días se asemeja a lo que escribí al comienzo del post. Desconozco si te referirás a eso.

Un beso.

Rampi: Aparte de la que escribe y otros que han opinado, veo que también eres uno de ellos.

Un beso.

tejedora dijo...

Catman: Es cierto, hay que encontrar que nos alejen de esos pensamientos.

Besos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Estos días son propensos a la melancolía: las fechas, el frío que nos encierra en casa..
No dejes que la tristeza pueda contigo.

SANTIAGO LIBERAL dijo...

tiene toda la razón tu post, la Navidad muchas veces nos hace ser infelices por no estar todos.
Un abrazo y un placer leerte

tejedora dijo...

Pedro: Llevas razón. Lo intentaré (en cuanto a la tristeza).

Besos.

Santiago: ¡Bienvenido! Muy infeliz, aunque esté con los que quiero.

Un abrazo.

Paula dijo...

Así que somos compañeras de fatigas, eh?
Duro camino el nuestro, amiga mía. Temario denso y aburrido, mucha competencia... y una puertecilla allá, al final del tunel, muy atractiva y llamativa pero demasiado pequeña para entrar sin esfuerzo.
En eso estamos, sí. Pero el que algo quiere, algo le cuesta....
Ya sabes, a hincar los codos.
Mucha suerte!

El club de los Parados dijo...

tristeza? a ver acerca la cara....Ups dibuje una sonrisa navideña en tu cara de angel
Estas fechas siempre tienen esas dos caras pero existe una magia especial y es que parece que tod@s toman conciencia...ojala fuese siempre asi...para el resto de los dias, ya me encargo yo de dibujarte una sonrisa
Nos leemos wapa

tejedora dijo...

Ayla: Pues sí. Al principio parecía interesante, algo nuevo que estudiar, pero cuando lleva una tiempo, se hace aburrido, pero ahí sigo todos los días demasiadas horas.
Espero se vea recompensado por nuestra parte.

Suerte también para ti y muchos besos.

El club de los Parados: La dibujaste y te lo agradezco, aunque hay momentos que…

Nos leemos y muchos besos.

Carmen dijo...

A mi sólo me queda una abuela e intento disfrutar al máximo de ella, pero nunca olvidamos de los que ya no están a nuestro alrededor... y sacamos una sonrisa por los peques de la casa que son los que alegran nuestras vidas en estos días.

De todas formas intenta pasarlo lo mejor posible con toda la familia que tienes a tu alrededor.

Besitos!!

Ana dijo...

Te comprendo...Ami, me faltan mis padres, y ya nada es igual, pero hay que seguir adelante...No hay más remedio.
Muchos besos.

Dashina dijo...

Ánimo corazón, como bien dices, falta renovar un poco las ilusiones y llegará en el momento en que un pequeñajo reclame creer de nuevo en las sonrisas.

Besos

tejedora dijo...

Carmen: Como te dije tener a una abuela es un tesoro. También disfrutaba de ellos todo lo que podía.
También los peques contribuyen a alegrar las fiestas venideras.
Intentaré pasarlo como dices, aunque desde que fallecieron no hay novedad.

Besitos.

Ana: Veo que somos muchos por aquí a los que nos ocurre esto. Es cierto… no hay más remedio.

Muchos besos.

Dashina: Muchas gracias.

Besos.

MentesSueltas dijo...

Comparto el sentimiento, son fechas especiales y momentos muy intimos... por eso hay que aprovechar las cosas cuando las tenemos...

Te abrazo
MentesSueltas

tejedora dijo...

MentesSueltas: Gracias y así debe ser.

Un abrazo.

Paula dijo...

Gracias corazón. Yo tampoco tengo tiempo, pero he sacrificado unos días de estudio para sacar esto adelante. Me hacía ilusión regalar algo diferente y además, me ha salido barato, ya que no he tenido que comprar nada. Ahora espero que les guste. Su sonrisa será mi mejor regalo.
Besiños

tejedora dijo...

Así es, Ayla. Es bonito regalar algo que has realizado y les has puesto horas, empeño y cariño.

Besos.

Anónimo dijo...

si te conmueves y lloras con la peli será un desahogo inconsciente que te aliviará

mi abrazo

Yuria dijo...

Hola, te he visto en Enzo Antonio y me gusta tu blog. ¿Cómo dices en este post que te entristece la Navidad? A mí me entritece la Semana Santa pero ahora sólo veo motivos para la alegría.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola tejedora, tarde o temprano empieza a faltarle a uno la gente. Yo siempre me digo que los sigo teniendo en mi corazón y en mi memoria, y en mis palabras. Es una manera de hacerlos existir en mí.
Un abrazo fuerte y ánimo